Somos la Escuela

24/10/2020

Hoy más que nunca, tenemos que estar convencidos, que todo lo que nos pasa, tiene su lado positivo y si logramos descubrirlo e incorporarlo a nuestra experiencia, nos ayuda a seguir a delante de la mejor manera y fortalecernos ante las adversidades.

Todos, en cada etapa de la vida, tratamos de encontrar el sentido de las situaciones que debemos enfrentar, cuando no encontramos respuestas, nos sentimos desepcionados y dudamos de nuestras capacidades para solucionarlas. Por esto, es normal estar perdidos ante cambios que nos sacan de lo acostumbrado y muchas veces se originan conflictos personales y en las relaciones con los demás. Lo cuál se fundamenta en la necesidad que todos tenemos de vivir en relación con el otro y así convertirnos en las personas que decidimos ser.

De lo que estamos seguros y más en la actualidad, es que necesitamos de los demás y de la posibillidad de decidir como ser, que hacer y como actuar, ya que somos seres sociales y nacimos para compartir nuestra vida y tomar nuestras propias decisiones. Pero todo esto, no lo podemos hacer solos; el sentirse parte nos permite crecer sanos y productivos, son situaciones irremplazables y únicas.

Uno de los aspectos fundamentales que necesitamos para que esto se haga posible, es tener la posibilidad de educarnos, ya que es el único camino y herramienta posible que pasa a formar parte de nuestro tesoro, el que nadie nos puede quitar.

Si pudieramos ser empáticos y ver la esencia de la Escuela hoy, nos daríamos cuenta que está muy triste. La razón, como todos sabemos, es que ha perdido su función original y está sola, el silencio que ocupa sus aulas se hace interminable. Si supiera que al cerrar sus puertas, cada actor escolar comprendió el papel fundamental que ocupaba en su vida.

Teniendo en cuenta el esfuerzo de cada docente, que transformó su hogar en el espejo más parecido al ámbito áulico y siguió y sigue cumpliendo de la mejor manera que sus posibilidades y las de sus alumnos lo permiten, su noble tarea de enseñar, todos entendieron que no existe un mejor lugar que la Institución Educativa para que se haga posible el maravilloso proceso de enseñanza-aprendizaje.

Como también, desde cada ricón de nuestro país y del mundo, los padres y alumnos que tratan de responder al mismo, para que el derecho a aprender siga ocupando un lugar importante en nuestra vida. Hoy, todos aprendimos a darnos cuenta de la importancia fundamental del papel de la Escuela, como Institución prioritaria e iremplazable.

Por la razón que fuera, hoy los alumnos necesitan volver, necesitan estar en contacto, necesitan verse y compartir momentos en ese ámbito que no tiene igual, que no se compara con ningún otro.

Todo cambió, ya no podemos ser los mismos; con la esperanza de volver, tenemos la oportunidad de darnos cuenta de la importancia de formar parte de este mundo que nos otorga la posibillidad de descubrirlo y de apropiarnos del tesoro del saber, del conocer y aprender a pensar por nosotros mismos y poder trasmitirlo.

Como también, nos otorga, las mejores situaciones donde aprender y aplicar las habilidades sociales tan necesarias para tener un gran futuro como miembros activos de una Sociedad que nos espera y necesita.

Si pensamos en cada momento que pasamos en ella con la claridad que nos demuestra su falta, podemos entender que nunca apreciamos su verdadero valor.

Cada actor educativo, cumple un rol invaluable en la vida de todos, el significado de encontrarse, hablar, interactuar, adaptarse a reglas y horarios, respetar y ser respetados, conocerse, ayudarse y tantas cosas más, sólo se puede comparar con adquirir la necesidad de aprender y descubrir todas las capacidades y habilidades que poseemos y podemos desarrollar para volvernos verdaderas personas de bien y con miles de posibilidades de ser felices.

Por todo lo dicho, nos tiene que quedar claro, que formar parte de la educación formal que se imparte en toda Institución dedicada a la misma, es un privilegio que no debemos dejar de apreciar ; como derecho individual y en el cumplimiento de nuestras obligaciones.

Pero lo más importante, es que en esta actualidad, donde todos intentamos y queremos volver y adaptarnos a la llamada nueva normalidad; tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo, descubriendo el secreto que oculta el querer saber de verdad y hacer lo necesario para lograrlo.

Apreciemos el lugar que nos brinda las mejores oportunidades y cuidemos de él, siendo cada día mejores personas, cumpliendo el rol que nos toca de la mejor manera y con la mayor excelencia que nos permite el querer tener el mejor futuro que se pueda lograr.

Verónica García (Prof. en Ciencias de la Educación)

Se desempeñó como Auxiliar Docente, Jefa de Preceptores y Profesora de Filosofía y Pscicología, a lo largo de 31 años, en la E.E.T.N° 24)